sábado, 26 de abril de 2014

Desayuno en París



  
Con las primeras luces de la mañana la Torre Eiffel se veía impresionante en la distancia, no podía dejar de mirarla. Sin embargo, el desayuno estaba esperando.
-         Vamos perezosa, despierta – le dice dándole un azote en el trasero.
-         ¿Tienes hambre? – le pregunta sentándose a su lado.
-         Mmm. ¡Siiii! Mucha hambre – responde ella desperezándose y sentándose en la cama.

Él acerca el cruasán a sus labios y ella da un pequeño mordisco. – ¡Está buenísimo! – dice relamiéndose los labios y mirándole de reojo. ¡Dios! ¿Cómo lo hace? Ni siquiera se ha dado cuenta cuándo se ha levantado.  Ya está duchado, recién afeitado y  se ha puesto una camisa blanca con las mangas arremangadas, dejando ver sus fuertes antebrazos, esos… que cuando quiere la dejan totalmente inmóvil sin apenas proponérselo. Y para colmo, lleva la camisa aún abierta, dejando entrever la musculatura de su pecho… y de su abdomen, porque también se ha puesto esos vaqueros azules de talle bajo que le quedan de miedo y, encima… va descalzo. ¡Madre mía, pedazo de hombre, el mío!

Él sabe que le está pasando revista, la conoce demasiado bien. Con los ojos entrecerrados se acerca lentamente y comienza a besar sus labios que aún saben al delicioso cruasán parisino. Lentamente comienza a acariciar su cuerpo, su vientre, sus pechos, por encima del suave camisón. Con exquisita dulzura le sube éste, se lo saca por la cabeza y la hace tumbarse en la cama. La visión de su cuerpo con sólo esas minúsculas braguitas de encaje negro, le dejan sin respiración. Los dos saben que están perdidos de nuevo.

Vamos desnúdate, - le dice ella con la mirada vidriosa. No tiene que pedírselo dos veces, con increíble rapidez y desenvoltura se quita la camisa, el pantalón, los slip, y, se tumba a su lado. Lentamente, baja por sus preciosas piernas las pequeñas braguitas y, de forma seductora, susurra en su oído: -Yo sigo teniendo un hambre voraz y ¿tú? 

Ella no responde, cuando le habla de esa forma… y la trata de ese modo, la deja sin aliento. Pero él no va a parar, e insiste: -Dime princesa ¿y tú?
-         Yo, tam…bién – dice por fin con la voz entrecortada.
-         ¿Ah sí? Y ¿qué quieres comer?
-         No sé - responde.
-         ¿No sabes? – dice él pellizcando suavemente sus pezones y haciéndola gemir. –Yo creo que si sabes, y además sabes, que tienes que decírmelo si quieres que continúemos  - le va susurrando. Vamos cariño, - le apremia, si no lo haces sabes muy bien que pararé.
-         ¡Oh no! ¡no pares por favor!- le suplica delirante.
-  Pues, entonces habla princesa -le dice de forma arrogante, parando bruscamente sus caricias.

¡Ya estamos! otra vez ha vuelto a caer en sus redes, la vuelve loca con sus jueguecitos. Pero, es como una necesidad de él, de su persona. Una urgencia, un anhelo que la incita a seguirlo, a hacer todo cuanto le pide y a querer más… siempre más.
-Vamos cariño, si no me pides algo no podremos continuar, le dice sin piedad.

En un intento desesperado, mirando hacia la bandeja que ocupa la mesita de noche, ella le pide: - mermelada de naranja, eso es lo que quiero, sí, mermelada de naranja. 

Con una sonrisa triunfante, él murmura: - ¡muy bien, muy bien! ¡buena chica!  Alargando la mano coge el cuenco rebosante de mermelada  de naranja, y…

Amelia.







HISTORIA DEL CRUASÀN.
Cruasán del francés croissant significa creciente, haciendo referencia a la fase creciente de la luna por la forma del bollo. 

La elaboración de pasteles con forma de medialuna se remonta a una tradición árabe milenaria que hoy perdura en muchos pasteles dulces de Argelia o de Marruecos. La medialuna es también un emblema recurrente del antiguo Imperio Otomano. Pero el nacimiento del cruasán tiene que ver más con la leyenda que con la realidad histórica, a lo sumo, los historiadores coinciden en que apareció por vez primera en Viena. 

La leyenda más divulgada cuenta que el croissant nace en 1683, cuando los soldados otomanos después de conquistar la mayoría de las regiones a orillas del Danubio, sitian Viena que tras  Constantinopla habría sido la conquista más importante en Europa.

Tras varios intentos fallidos los turcos deciden atacar Viena por sorpresa, socavando el terreno que rodea las murallas, pero trabajando sólo de noche, cuando la ciudad duerme. Los panaderos que trabajaban de noche oyeron los ruidos y alertaron del peligro, de tal forma que fueron los musulmanes los sorprendidos y expulsados del país. Se dice que el emperador decidió condecorar a los panaderos vieneses por su valiosa ayuda. Estos como agradecimiento elaboraron dos panes: uno con el nombre del emperador Leopoldo I, y otro con forma de media luna, antepasado del croissant, como mofa a la media luna de la bandera otomana.    

Su introducción en Francia data de 1838 o 1839 cuando un oficial austriaco August Zang abrió una panadería vienesa en París en la calle Richelieu, el éxito de su pan y sus pasteles fue tan grande que pronto fue imitado por muchos. 

La palabra croissant aparece por primera vez en el diccionario francés Littré en 1863 y la primera receta se publicó en 1891, con otro tipo de masa. La receta del primer cruasán hojaldrado se publicó en Francia en 1905 y se divulgaría en 1920. Los franceses lo harían tradicional en su país y en la actualidad es un componente típico del desayuno francés.    

Amelia.
 


26 comentarios:

  1. …lo vuelca ceremoniosamente sobre el labio inferior del cruasán recién cortado. Con esa obscena cantidad de la muy Británica mermelada amarga de naranja, el tierno desayuno se abotargó con melíferos jugos que no pudo absorber, derramando con cada gota colmada, un reguero de placer sobre el cuerpo desnudo de la amante. El índice y el pulgar ejercieron una ligera presión sobre el tierno panecillo, y con un acompasado vaivén abonó generosamente la piel erizada, desde el palpitante cuello perlado con una gargantilla hasta la parte interior de los muslos.
    Entre el frío de la mañana parisina y la excitación del momento no hubo vello que no se le erizara consiguiendo momentos de placer que recordaría con cada desayuno del resto de su vida.
    El mismo dedo índice que provocó la lluvia del cítrico jugueteó con las gotas hasta detener el tiempo y convertirlo en una suerte de viaje astral que la elevó a niveles de excitación tal, que por momentos, se creía desvanecer. Cada giro hacía descargar un rio de sensaciones que iban de las areolas a aquellos lugares que una flor no muestra sino a muy contados seres.

    Estaba a su merced. Esa postura hierática solo era interrumpida por arqueos de espalda, signo inequívoco de intentar liberar esa tensión sexual que acumulaba aquella pequeña habitación en la ciudad del amor.

    El sol comenzaba a invadir la estancia, llenándola de luz y de sensaciones, cuando la húmeda lengua de aquel hombre comenzó a rastrear cualquier atisbo de confitura sobre la hirsuta epidermis de la concubina, llevándola más allá de donde se reúnen los clímax antes de ser comprados por las parejas de enamorados.

    “Mamelon hérissé”, “vulve réceptifs” “Bras avides d'amour”. No hay otro idioma que lo recite mejor…

    Manolo Fedriani

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  2. Gracias Noelia. Si tengo un rato OS continuo el relato mañana. Hay que darle vida a este proyecto.

    Manolo Fedriani

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  3. Gracias Manolo por tu intervención, esa puede ser la continuación del relato. Nosotras sugerimos y los que nos siguen imaginan y completan a su gusto.

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  4. Fuera, la ciudad se desperezaba y comenzaba a convertirse en ese alocado circo de gigantes de hierro, cabezudos con bigote y mujeres forzudas, acarreando bolsas con prendas insultantemente caras que no necesitaban, y que probablemente no se vestirían.
    A aquellas alturas, casi mirando a los ojos a la gran dama de París, la torre Montparnasse era un oasis de tranquilidad en medio de un enorme ejército de parisinos dispuestos a matar las horas hasta que el sol vespertino impusiera su ley; y con él el fin de la jornada laboral. La habitación de techos altos, paredes blancas y mobiliario minimalista era el escenario donde se representaba la función de la vida. El comienzo del ciclo y el acto primero por el que el mundo se mueve y avanza.
    Las glándulas salivares habían hecho su trabajo y el cuerpo de la mujer tenía una pátina de saliva que lo hacía brillar con el fulgor de la mañana. Los turgentes pechos, mil y una veces acariciados, no perdían el erecto promontorio que los coronaba y que le provocaba potentes marejadas de placer, inmensas cantidades de anhelos e inconfesables imágenes de actos por experimentar.
    Como un trapo inservible, el camisón de seda blanco yacía inmóvil haciendo la fotografía perfecta de algo que sabemos que está sucediendo, pero que no podemos ver. Delicadamente, aquel hombre de cuerpo perfilado lo recogió del suelo y a modo de venda lo anudó, tapando los ojos verdes y nariz pequeña de aquella deliciosa criatura. Una vez privada de uno de los sentidos más determinantes los otros cuatro tendrían que multiplicar sus cualidades para suplir la falta de información. Las palabras sobraban, y los amantes lo sabían. Por un instante, el hombre se levantó de la cama y observó el feliz panorama. Comenzó a observar esa melena de pelo negro azabache; unos labios carnosos en su color natural que anhelaban su desayuno; una piel blanca sin las imperfecciones que infringe los años. Unos pechos llenos de vida y manteniéndose en el lugar de donde la gravedad se empeña en quitarlos. Un abdomen liso que rodea el centro de gravedad del cuerpo; un sexo perfilado en su justa medida y que da continuidad a unos muslos bien proporcionados y firmes. El espectáculo no podía ser más alentador.
    -No se te ocurra moverte.- le susurró al oído en tono autoritario. Acto seguido salió de la habitación dejándola con unas irrefrenables ganas de poseer, de amar, de hacer de aquel momento la sublime confirmación del aquí y ahora.
    Con la tensión del instante, el sentido del oído pasó a ser determinante, hasta llegar a captar una conversación apenas inteligible, en la que solo captaba palabras sin sentido ni conexión aparente. Se preguntaba que podría ser más importante que estar con ella y poseerla pero su mente la convencía de que algo estaba tramando para sorprenderla y dejarla más allá del séptimo cielo.
    Minutos después oyó un timbre, una puerta que se abre, una breve conversación y puerta que se cierra. A continuación, silencio.
    La puerta de la habitación se abre lanzando una pequeña brisa que nota sobre su piel. No estaba sola…

    Manolo Fedriani

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    1. Manolo. Me encanta como escribes y la imaginación que tienes (o son vivencias :p ???). Puedes seguir este relato que comenzó Meli, (estoy deseando saber quien llama a la puerta y los demás que vayan viniendo, como estás haciendo). Pero también te animo a que abras un blog, ya que es una pena que estos relatos, estando en los comentarios, se los pierdan muchos lectores. Desde nuestra página enlazaríamos con el tuyo cuando fueran continuación.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  6. Manolo, fantástico. Nos vas a tener deseando nuevas entregas... Lo mejor del blog es lo evocador y participativo que puede ser. Me ha encantado.

    Pedro Barea

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  7. Gracias pedro...Con respecto al blog es un idea bastante bonita, mezclar historia, amor y cocina o comida... Todo el mundo tiene boca y sabrá degustarlo.

    Manolo F.

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  8. Sweet Noelia solo es imaginación pensando en la musa que llena mi vida. Ahora toca ayudar a este blog a que suba en el numero de visitas y en ello estoy si me lo permitis

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  9. La inspiración.
    Manolo F.

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  10. ¡Genial!. Enhorabuena a sus creadoras. Un ratito de lectura sugerente... combinado con información y recetas. Las fotos de la elaboración muy convenientes.
    ¡¡A hacer cruasanes... se ha dicho!!

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    1. Muchas gracias Nani, hazlos, están buenísimos. Un beso.

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  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  12. Y ese mantel individual....muy apropiado!!

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    1. Oye, eres muy observadora, ha sido pura casualidad. Pero lo tendremos en cuenta para las próximas recetas. La verdad es que nos ha quedado muy bien. Otro beso.

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    2. El mantel individual esta hecho de pantalones vaqueros y son muy divertidos. Un beso Encarni.

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    3. ¡Lo que no se le ocurra a mi amiga Noe...!

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  13. La tensión se acumulaba con cada segundo que pasaba en el laxo cuerpo desnudo sobre la cama, elevando la tensión del momento hasta límites intolerables. Aguzando el oído notó pisadas ahogadas por la moqueta de la habitación, acompañadas de un pequeño chirrido estridente, producto inequívoco de unas pequeñas ruedas acercándose. No entendía lo que estaba pasando, ni lo que iba a suceder a continuación, pero de una cosa estaba segura…Le gustaría.
    Sintió una rodilla posarse sobre la cama y una susurrante voz acercarse a su oreja izquierda.
    - ¡Buena chica! ¡Sigue así y conseguirás tu premio!
    Esas palabras consiguieron ser un bálsamo reconfortante, lleno de interrogantes y de anhelos que hicieron saltar todos los resortes de su imaginación. Confiaba en su esposo y eso no iba a cambiar por estar privada de la visión, ni tampoco por encontrarse totalmente desnuda y expuesta.
    No era la primera vez que los juegos hacían acto de presencia en su cama pero aquel día, en aquella hermosa ciudad, en ese instante habían conseguido alcanzar cotas inimaginables.
    Continuó inmóvil, expectante ante la situación, cuando se percató que en la habitación había alguien más. No supo decir cuántas personas, pero un repentino relámpago de pudor recorrió toda su espina dorsal y casi la obliga a taparse con las manos las partes menos expuestas a la visión diaria.
    Por un instante dudó, pero rápidamente se recompuso gracias a la confianza ciega en su esposo.
    -Tranquila pequeña, ya te queda poco. Hoy encontrarás ese cielo de estrellas brillantes que siempre has buscado. Ten un poco de paciencia y sobre todo… ¡No te muevas!- Volvió a susurrarle el marido con voz aterciopelada.
    En su interior estaba habiendo lugar una lucha encarnizada por mandarlo todo al cuerno, tirarse encima de su marido y hacerle el amor desesperadamente, pero eso le habría quitado al momento toda la magia que se había creado, con lo que se convenció de darse unos minutos más.
    Sin previo aviso notó como ceremoniosamente su marido le pasaba por delante de su nariz varios olores muy familiares pero que no supo identificar. Sintió como pequeños trozos, de algo frío, eran depositados sobre su pecho, abdomen y, muslos y entrepierna alternándose elementos de diferentes texturas, pesos y temperaturas. Como colofón a todo ese arduo trabajo en su ombligo noto reposar un pequeño cuenco con un líquido frío que la hizo sobresaltarse. Después de varios minutos de tensa espera la obra estaba terminada.

    Sashimis, gambas en tempera, Onigiri relleno de diferentes algas, takoyaki y diferentes sushis de pescados y mariscos adornaban su cuerpo dándole un carácter doblemente apetecible.
    -Señoras, caballeros…su almuerzo está servido- Esas palabras retumbaron como puñales en los oídos de su esposa. Sus temores de no encontrarse a solas con su marido eran fundados y una ola de terror se apoderó de ella.
    Su marido se le acercó aún mas y acariciándole el pelo susurró unas palabras que volvieron a tranquilizarla.
    Sin dejar de mesarle los negros cabellos advirtió a sus invitados que en aquel plato no estaban permitidos ni dedos ni manos, y mucho menos tenedores, palillos o cuchillos…
    Nunca sabremos cuantas bocas degustaron aquel menú, ni cuantas convulsiones de placer llegó a experimentar aquel cuerpo cubierto de manjares; ni tan siquiera sabremos si su marido participó de tan excelso festín. Lo que sí sé es que cuando despertó volvía a amanecer y su marido volvía a tener un cruasán en la mano…

    FIN.

    Manolo F.

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    1. Hola Manolo! gracias de nuevo por tu intervención. Deberías hacer caso a Noelia con respecto a tu propio blog. La literatura erótica está muy de moda y se ve que se te da bastante bien.

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    2. Un final totalmente inesperado y exótico. Tienes unas imaginación y una forma de escribir evocadora. Un beso y muchas gracias.

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    3. Gracias a vosotras por permitirme participar y poner mi granito de arena en vuestro blogs. A sido un placer participar. Seguiré haciéndolo siempre que pueda y me lo permitáis.
      Besos.
      Manuel F.

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  14. Manolo eres una caja de sorpresas. Estoy sorprendida de lo bien q se te da escribir. Te animo a que escribas tu historia. Te seguire

    A.A.A

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    1. Hola compañera.

      Es una de mis aficiones ocultas. Llevo escribiendo para mi muchos años...Me relaja y hace que me esfuerce. Contadas personas han leído algo porque siempre he pensado que era algo muy intimo y muy personal...Además de lo falto de calidad literaria que bien se puede comprobar...

      A parte de las rutas por otros paises que ya conoces ;) y que algún día publicaré en algun lado. El último de Italia está saliendo a la perfección por ahora...

      Un besote enorme preciosa.

      Feliz puente con los tuyos.

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